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Qué pasa con los precios de los inmuebles

Fecha: 22 de Septiembre de 2006

Lavagna insinuó días atrás que los precios actuales "no son sostenibles". Pero especialistas dicen que la marcha de la economía justifica las subas.
 
Roberto Lavagna dejó picando una frase inquietante antes de retirarse, días atrás, del campus de la Universidad Austral, en Pilar, donde había dado una conferencia. Clarín lo contó así al día siguiente: "Alguien preguntó hasta cuándo durarán los altos precios de los inmuebles. Lavagna arriesgó: "Si tuviera algo para vender, lo haría. No creo que estos valores se repitan".

El tema es una preocupación central en las principales capitales del mundo (ver aparte) y Lavagna tal vez sin querer instaló el tema en Buenos Aires. ¿Será cierto que se aproxima el fin de una burbuja?. ¿Hay realmente una burbuja o se trata solo de una recuperación de precios?.

Clarín formuló esas preguntas a economistas, banqueros y operadores inmobiliarios. El resultado: fallo dividido.. Hay quienes esperan un enfriamiento, otros ven un mercado estable y otros suponen que los precios, pueden seguir subiendo.

Conviene recordar que la inversión inmobiliaria fue una de las más rentables para quienes se animaron a poner plata "en ladrillos" desde el minuto posterior al estallido de la convertibilidad. La fiebre no fue pareja. En general los precios, después de un bajón del orden del 50% en 2002, ya superaron los valores vigentes en la convertibilidad.

Y en estos días se dice que en Puerto Madero se están cerrando operaciones en torno a los 3.500 dólares por metro cuadrado. Valores parecidos se pagan en torres super lujosas.

El negocio está recibiendo mucho dinero de inversores extranjeros y de quienes, por ejemplo, vuelcan en propiedades lo que reciben por liquidar soja (esto dicho en forma simplificada). Son dos fenómenos que obedecen a su vez a al hecho de que las tasas de interés son muy bajas y el dinero no encuentra un destino mejor que los inmuebles.

Esto no hacen más que enfocar los proyectos en marcha hacia los más ricos. Hoy el grueso de las obras son para compradores con muy buen poder adquisitivo.

Claudio Miteff maneja el área de créditos hipotecarios del banco Río. Fue, de los consultados por este diario, el que se mostró más de acuerdo con la advertencia de Lavagna. "Me parece que los precios van a tener que bajar porque hay y habrá una oferta muy grande de inmuebles ABC1. Mucha gente construyó casas que hoy no tienen comprador. En el caso de Puerto Madero, se parece mucho al juego del avión, los inversores compran desde el pozo pero van vendiendo su boleto de compra antes de la escrituración. Los primeros ganaron mucha plata, pero ese mecanismo se está agotando. Y la suba de tasas a nivel internacional lo puede afectar. Yo creo que las propiedades más caras deberían bajar un 15%".

Más cauto, el operador inmobiliario Norberto Lépore cree que los precios, al menos, deberían dejar de subir en forma sostenida como vino ocurriendo desde que tocaron fondo a principios de 2002. "Llegamos a una especie de techo en los barrios tradicionales, porque sin crédito es difícil que la demanda siga presionando por los precios.".

Gabriel Saidón, responsable del área financiera del Banco Hipotecario, opinó que, técnicamente, no están dadas las condiciones para que se pinche una burbuja sencillamente porque no hay tal burbuja. "El financiamiento es escaso, tanto para el consumidor final como para el inversor especulativo, la demanda es genuina y no hay una saturación de oferta de inmuebles."

Dicho esto, Saidón concluye que no se observan los factores típicos que dan aire a una burbuja, como ser precios sostenidos por demanda artificial o especulativa; alta sensibilidad de precios a tasas de interés; altos niveles de endeudamiento; precios cada vez más inasequibles para vivienda propia o importantes flujos de capitales extranjeros invertidos en inmuebles.

El economista Miguel Bein también cree que Lavagna se equivoca. "No hay señales de que el dinero deje de fluir hacia el sector de la construcción. Y además, empiezan a aparecer cada vez más recibos de sueldos de 3.500 pesos, que indican que el crédito hipotecario va a seguir creciendo"

Guillermo Rivanera, directivo de Tizado Propiedades, es el que aparece como más en desacuerdo con lo que dijo el ex ministro. "A no ser que él sepa algo que nosotros no sabemos, me parece que el negocio inmobiliario sigue firme y sin señales de que los precios se desinflen. La gente de mayor poder adquisitivo sigue comprando terrenos en los countries, se sigue construyendo y los edificios se venden antes de que finalice su construcción.".

Gustavo Bazzan.